Los graboides son llevados ilegalmente a un nuevo resort en una isla por un playboy rico como una forma peligrosa de caza de trofeos, y Burt Gummer interviene para salvar el día.
Shelia, una ecologista que se aventura en las profundidades del mar para sacar provecho de la industria plástica de miles de millones de dólares, se encuentra con tiburones mejorados mortales. Ella quiere venganza… quiere sangre.